A veces da miedo
abrir los ojos. Lo que en verdad da miedo son
los cambios.
Uno a veces cierra los ojos como si así fueran a desaparecer los problemas. Como si el dolor que siente
no existiera. Uno detesta y ama a quien
abre tus ojos. Al
abrir los ojos, por un lado, como que se pierde la magia, pero por el otro... se sale del engaño. A veces lo que tenemos que ver es tan horrible, que preferimos
no ver, y vivir en una
cajita de cristal. Y otras veces no queda otra que
abrir los ojos y mirar lo que no queremos ver.
El corazón se nos estruja y nos quedamos sin aire, ahogados. Duele
abrir los ojos. Es como salir de la oscuridad, que la luz te enceguece.
Ojos que no ven, corazón que no siente.
Mejor mirar para otro lado. Pero para que algo cambie hay que romper la burbuja, hay que salir de la cajita de cristal.
Abrir los ojos y animarse a ver, aunque lo que haya para ver
nos estruje el corazón.